Sura 3 Al-‘Imran

Sura 3
Al-‘Imran
(La Familia de Imran)
(Medinesa, de 200 aleyas)
¡En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso!

  1. ‘lm. 
  2. Alá! No hay más dios que Él, el Viviente, el Subsistente. 
  3. Él te ha revelado la Escritura con la Verdad, en confirmación de los mensajes anteriores. Él ha revelado la Tora y el Evangelio 
  4. antes, como dirección para los hombres, y ha revelado el Criterio. Quienes no crean en los signos de Alá tendrán un castigo severo. Alá es poderoso, vengador. 
  5. No hay nada en la tierra ni en el cielo que se esconda de Alá. 
  6. Él es Quien os forma en el seno como quiere. No hay más dios que Él, el Poderoso, el Sabio. 
  7. Él es Quien te ha revelado la Escritura. Algunas de sus aleyas son unívocas y constituyen la Escritura Matriz; otras son equívocas. Los de corazón extraviado siguen las equívocas, por espíritu de discordia y por ganas de dar la interpretación de ello. Pero nadie sino Alá conoce la interpretación de ello. Los arraigados en la Ciencia dicen: «Creemos en ello. Todo procede de nuestro Señor». Pero no se dejan amonestar sino los dotados de intelecto. 
  8. ¡Señor! ¡No hagas que nuestros corazones se desvíen, después de habernos Tú dirigido! ¡Regálanos, de Ti, misericordia! Tú eres el Munífico. 
  9. ¡Señor! Tú eres quien va a reunir a los hombres para un día indubitable. Alá no falta a Su promesa. 
10.  A quienes no crean, ni su hacienda ni sus hijos les servirán de nada frente a Alá. Ésos servirán de combustible para el Fuego.

11. Como ocurrió con la gente de Faraón y con los que les precedieron: desmintieron Nuestros signos y Alá les castigó por sus pecados. Alá castiga severamente.

12. Di a quienes no creen: «Seréis vencidos y congregados hacia la gehena». ¡Qué mal lecho...!

13. Tuvisteis un signo en las dos tropas que se encontraron: la que combatía por Alá y la otra, infiel, que, a simple vista, creyó que aquélla le doblaba en número. Alá fortalece con Su auxilio a quien Él quiere. Sí, hay en ello motivo de reflexión para quienes tienen ojos.

14. El amor de lo apetecible aparece a los hombres engalanado: las mujeres, los hijos varones, el oro y la plata por quintales colmados, los caballos de raza, los rebaños, los campos de cultivo... Eso es breve disfrute de la vida de acá. Pero Alá tiene junto a Sí
un bello lugar de retorno.

15. Di: «¿Puedo informaros de algo mejor que eso?» Quienes teman a Alá encontrarán junto a su Señor jardines por cuyos bajos fluyen arroyos y en los que estarán eternamente, esposas purificadas y la satisfacción de Alá. Alá ve bien a Sus siervos,

16. que dicen: «¡Señor! ¡Nosotros creemos! ¡Perdónanos, pues, nuestros pecados y presérvanos del castigo del Fuego!»,

17. pacientes, sinceros, devotos, que practican la caridad y piden perdón al rayar el alba.

18. Alá atestigua, y con Él los ángeles y los hombres dotados de ciencia, que no hay más dios que Él, Que vela por la equidad. No hay más dios que Él, el Poderoso, el Sabio.

19. Ciertamente, la Religión, para Alá, es el Islam. Aquéllos a quienes se dio la Escritura no se opusieron unos a otros, por rebeldía mutua, sino después de haber recibido la Ciencia. Quien no cree en los signos de Alá,... Alá es rápido en ajustar cuentas.

20. Si disputan contigo, di: «Yo me someto a Alá y lo mismo hacen quienes me siguen». Y di a quienes recibieron la Escritura y a quienes no la recibieron: «¿Os convertís al
Islam?» Si se convierten , están bien dirigidos; si vuelven la espalda, a ti sólo te incumbe la transmisión. Alá ve bien a Sus siervos.

21. Anuncia un castigo doloroso a quienes no creen en los signos de Alá, matan a los profetas sin justificación y matan a los hombres que ordenan la equidad.

22. Ésos son aquéllos cuyas obras son vanas en la vida de acá y en la otra y no tendrán quienes les auxilien.

23. ¿No has visto a quienes han recibido una porción de la Escritura? Se les invita a que acepten la Escritura de Alá para que decida entre ellos, pero algunos vuelven la espalda
y se van.

24. Es que han dicho: «El fuego no nos tocará más que por días contados». Sus propias mentiras les han engañado en su religión.

25. ¿Qué pasará cuando les reunamos para un día indubitable y cada uno reciba su merecido? Y no serán tratados injustamente.

26. Di: «¡Oh, Alá, Dueño del dominio! Tú das el dominio a quien quieres y se lo retiras a quien quieres, exaltas a quien quieres y humillas a quien quieres. En Tu mano está el bien. Eres omnipotente.

27. Tú haces que la noche entre en el
día y que el día entre en la noche. Tú
sacas al vivo del muerto y al muerto
del vivo. Tú provees sin medida a
quien quieres».
28. Que no tomen los creyentes como
amigos a los infieles en lugar de tomar
a los creyentes -quien obre así no
tendrá ninguna participación en Alá-, a
menos que tengáis algo que temer de
ellos. Alá os advierte que tengáis
cuidado con Él. ¡Alá es el fin de todo!
29. Di: «Lo mismo si escondéis lo que
tenéis en vuestros pechos que si lo
manifestáis, Alá lo conoce». Y conoce
lo que está en los cielos y en la tierra.
Alá es omnipotente.
30. El día que cada uno se encuentre
frente al bien y el mal que ha hecho,
deseará tener bien lejos ese día. Alá
advierte que tengáis cuidado con Él.
Alá es manso con Sus siervos.
31. Di: «Si amáis a Alá ,¡seguidme!
Alá os amará y os perdonará vuestros
pecados. Alá es indulgente,
misericordioso».
32. Di: «¡Obedeced a Alá y al
Enviado!» Si vuelven la espalda,... Alá
no ama a los infieles.
33. Alá ha escogido a Adán, a Noé, a
la familia de Abraham y a la de Imran
por encima de todos,
34. como descendientes unos de
otros. Alá todo lo oye, todo lo sabe.
35. Cuando la mujer de Imran dijo:
«¡Señor! Te ofrezco en voto, a Tu
exclusivo servicio, lo que hay en mi
seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien
todo lo oye, Quien todo lo sabe».
36. Y cuando dio a luz a una hija,
dijo:«¡Señor! Lo que he dado a luz es
una hembra -bien sabía Alá lo que
había dado a luz- y un varón no es
igual que una hembra. Le he puesto
por nombre María y la pongo bajo Tu
protección contra el maldito Demonio,
y también a su descendencia».
37. Su Señor la acogió
favorablemente, la hizo crecer bien y
la confió a Zacarías. Siempre que
Zacarías entraba en el Templo para
verla, encontraba sustento junto a ella.
Decía: «María!, ¿de dónde te viene
eso?» Decía ella: «De Alá. Alá provee
sin medida a quien Él quiere».
38. Entonces, Zacarías invocó a su
Señor diciendo: «¡Señor! ¡Regálame,
de Ti, una descendencia buena! Tú
escuchas a quien Te invoca».
39. Los ángeles le llamaron cuando,
de pie, oraba en el Templo: «Alá te
anuncia la buena nueva de Juan, en
confirmación de una Palabra que
procede de Alá, y que será jefe,
abstinente, profeta, de l os justos».
40. «¡Señor!» dijo, «¿cómo puedo
tener un muchacho si soy ya viejo y mi
mujer estéril?» Dijo: «Así será. Alá
hace lo que Él quiere».
41. Dijo: «¡Señor! ¡Dame un signo!»
Dijo: «Tu signo será que no podrás
hablar a la gente durante tres días
sino por señas. Recuerda mucho a tu
Señor y glorifícale, al anochecer y al
alba».

42. Y cuando los ángeles dijeron:
«¡María! Alá te ha escogido y
purificado. Te ha escogido entre todas
las mujeres del universo.
43. ¡María! ¡Ten devoción a tu Señor,
prostérnate e inclínate con los que se
inclinan!»

44. Esto forma parte de las historias
referentes a lo oculto, que Nosotros te
revelamos. Tú no estabas con ellos
cuando echaban suertes con sus
cañas para ver quién de ellos iba a
encargarse de María. Tú no estabas
con ellos cuando disputaban.

45. Cuando los ángeles dijeron:
«¡María! Alá te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre es el Ungido, Jesús,hijo de María, considerado en la vidade acá y en la otra y será de los allegados.

46. Hablará a la gente en la cuna y de adulto, y será de los justos».

47. Dijo ella: «¡Señor! ¿Cómo puedo tener un hijo, si no me ha tocado mortal?» Dijo: «Así será. Alá crea loque Él quiere. Cuando decide algo, le dice tan sólo: "¡Sé!" y es.

48. Él le enseñara la Escritura, la Sabiduría, la Tora y el Evangelio».

49. Y como enviado a los Hijos de Israel: «Os he traído un signo que viene de vuestro Señor. Voy a crear para vosotros, de la arcilla, a modo de pájaros. Entonces, soplaré en ellos y, con permiso de Alá, se convertirán en pájaros. Con permiso de Alá, curaré al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré a los muertos. Os informaré de lo que coméis y de lo que almacenáis en vuestras casas. Ciertamente, tenéis en ello un signo, si es que sois creyentes.

50. Y en confirmación de la Tora anterior a mí y para declararos lícitas algunas de las cosas que se os han prohibido. Y os he traído un signo que viene de vuestro Señor. ¡Temed, pues, a Alá y obedecedme!

51. Alá es mi Señor y Señor vuestro. ¡Servidle, pues! Esto es una vía recta».

52. Pero, cuando Jesús percibió su incredulidad, dijo: «¿Quiénes son mis auxiliares en la vía que lleva a Alá?» Los apóstoles dijeron: «Nosotros somos los auxiliares de Alá. ¡Creemos en Alá! ¡Sé testigo de nuestra sumisión!

53. ¡Señor! Creemos en lo que has revelado y seguimos al enviado. Inscríbenos, pues, entre los que dan testimonio».

54. E intrigaron y Alá intrigó también. Pero Alá es el Mejor de los que intrigan.

55. Cuando Alá dijo: «¡Jesús! Voy a
llamarte a Mí, voy a elevarte a Mí, voy
a librarte de los que no creen y poner,
hasta el día de la Resurrección, a los
que te siguen por encima de los que
no creen. Luego, volveréis a Mí y
decidiré entre vosotros sobre aquello
en que discrepabais.

56. A quienes no crean les castigaré
severamente en la vida de acá y en la
otra. Y no tendrán quienes les
auxilien.
57. En cuanto a quienes crean y obren
bien, Él les remunerará debidamente.
Alá no ama a los impíos».
58. Esto te recitamos de las aleyas y
de la sabia Amonestación.
59. Para Alá, Jesús es semejante a
Adán, a quien creó de tierra y a quien
dijo:«¡Sé!» y fue.
60. La Verdad viene de tu Señor. ¡No
seas, pues, de los que dudan!
61. Si alguien disputa contigo a este
propósito, después de haber sabido tú
lo que has sabido, di: «¡Venid! Vamos
a llamar a nuestros hijos varones y a
vuestros hijos varones, a nuestras
mujeres y a vuestras mujeres, a
nosotros mismos y a vosotros mismos.
Execrémonos mutuamente e
imprequemos la maldición de Alá
sobre quienes mientan».
62. Ésta es la exposición auténtica. No
hay ningún otro dios que Alá. Alá es el
Poderoso, el Sabio.
63. Si vuelven la espalda... Alá conoce
bien a los corruptores.
64. Di: «¡Gente de la Escritura
!Convengamos en una fórmula
aceptable a nosotros y a vosotros,
según la cual no serviremos sino a
Alá, no Le asociaremos nada y no
tomaremos a nadie de entre nosotros
como Señor fuera de Alá». Y, si
vuelven la espalda, decid: «¡Sed
testigos de nuestra sumisión!»
65. ¡Gente de la Escritura! ¿Por qué
disputáis de Abraham, siendo así que
la Tora y el Evangelio no fueron
revelados sino después de él? ¿Es
que no razonáis?
66. ¡Mirad cómo sois! Disputabais de
lo que conocíais. ¿Vais a disputar de
lo que no conocéis? Alá sabe,
mientras que vosotros no sabéis.
67. Abraham no fue judío ni cristiano,
sino que fue hanif, sometido a Alá, no
asociador.
68. Los más allegados a Abraham son
los que le han seguido, así como este
Profeta y los que han creído. Alá es el
Amigo de los creyentes.
69. Un grupo de la gente de la
Escritura desearía extraviaros; pero a
nadie sino a sí mismos extravían y no
se dan cuenta.
70. ¡Gente de la Escritura! ¿Porqué no
creéis en los signos de Alá, siendo,
como sois, testigos de ellos?
71. ¡Gente de la Escritura! ¿Por qué
disfrazáis la Verdad de falsedad y
ocultáis la Verdad conociéndola?
72. Otro grupo de la gente de la
Escritura dice: «¡Creed al comenzar el
día en lo que se ha revelado a los que
creen y dejad de creer al terminar el
día! Quizás, así, se conviertan.
73. Y no creáis sino a quienes siguen
vuestra religión». Di: «La Dirección es
la dirección de Alá. Que no se dé a
otro lo que se os ha dado a vosotros,
que no discutan con vosotros ante
vuestro Señor». Di: «El favor está en
la mano de Alá, Que lo dispensa a
quien Él quiere». Alá es inmenso,
omnisciente.
74. Particulariza con Su misericordia a
quien Él quiere. Alá es el Dueño del
favor inmenso.
75. Entre la gente de la Escritura hay
quien, si le confías un quintal, te lo
devuelve y hay quien, si le confías un
dinar, no te lo devuelve sino es
atosigándole. Y esto es así porque
dicen: «No tenemos por qué ser
escrupulosos con los gentiles».
Mienten contra Alá a sabiendas.
76. ¡Pues sí! Si uno cumple su
promesa y teme a Alá,... Alá ama a
quienes le temen.
77. Quienes malvenden la alianza con
Alá y sus juramentos no tendrán parte
en la otra vida. Alá no les dirigirá la
palabra ni les mirará el día de la
Resurrección, no les declarará puros y
tendrán un castigo doloroso.
78. Algunos de ellos trabucan con sus
lenguas la Escritura para que creáis
que está en la Escritura lo que no está
en la Escritura, diciendo que viene de
Alá, siendo así que no viene de Alá.
Mienten contra Alá a sabiendas.
79. No está bien que un mortal a
quien Alá da la Escritura, el juicio y el
profetismo, vaya diciendo a la gente:
«¡Sed siervos míos y no de Alá!»
Antes bien: «¡Sed maestros, puesto
que enseñáis la Escritura y la
estudiáis!»
80. Alá no os ordena que toméis como
señores a los ángeles y a los profetas.
¿Es que iba a ordenaros que fuerais
infieles, después de haberos sometido
a Él?
81. Y cuando Alá concertó un pacto
con los profetas: «Cuando venga a
vosotros un Enviado que confirme lo
que de Mí hayáis recibido como
Escritura y como Sabiduría, habéis de
creer en él y auxiliarle». Dijo: «¿Estáis
dispuestos a aceptar mi alianza con
esa condición?» Dijeron: «Estamos
dispuestos». Dijo: «Entonces, ¡sed
testigos! Yo también, con vosotros,
soy testigo».
82. Quienes, después de esto,
vuelvan la espalda serán los
perversos.
83. ¿Desearían una religión diferente
de la de Alá, cuando los que están en
los cielos y en la tierra se someten a
Él de grado o por fuerza? Y serán
devueltos a Él.
84. Di «Creemos en Alá y en lo que se
nos ha revelado, en lo que se ha
revelado a Abraham, Ismael, Isaac,
Jacob y las tribus, en lo que Moisés,
Jesús y los profetas han recibido de
su Señor. No hacemos distinción entre
ninguno de ellos y nos sometemos a
Él».
85. Si alguien desea una religión
diferente del Islam, no se le aceptará y
en la otra vida será de los que
pierdan.
86. ¿Cómo va Alá a dirigir a un pueblo
que ha dejado de creer después de
haber creído, de haber sido testigo de
la veracidad del Enviado y de haber
recibido las pruebas claras? Alá no
dirige al pueblo impío.
87. Esos tales incurrirán, como
retribución, en la maldición de Alá, de
los ángeles y de los hombres, en la de
todos ellos.
88. Eternos en ella, no se les mitigará
el castigo, ni les será dado esperar.
89. Serán exceptuados quienes,
después de eso, se arrepientan y se
enmienden. Alá es indulgente,
misericordioso.
90. A quienes dejen de creer, después
de haber creído, y luego se obstinen
en su incredulidad, no se les aceptará
el arrepentimiento. Ésos son los
extraviados.
91. Si uno que no cree muere siendo
infiel, aunque ofrezca como precio de
rescate la tierra llena de oro, no se le
aceptará. Esos tales tendrán un
castigo doloroso y no encontrarán
quienes les auxilien.
92. No alcanzaréis la piedad auténtica
mientras no gastéis algo de lo que
amáis. Y Alá conoce bien cualquier
cosa que gastáis.
93. Antes de que fuera revelada la
Tora, todo alimento era lícito para los
Hijos de Israel, salvo lo que Israel se
había vedado a sí mismo. Di: «Si es
verdad lo que decís, ¡traed la Tora y
leedla!»
94. Quienes, después de eso,
inventen la mentira contra Alá, ésos
son los impíos.
95. Di: «Alá ha dicho la verdad.
Seguid, pues, la religión de Abraham,
que fue hanif y no asociador».
96. La primera Casa erigida para los
hombres es, ciertamente, la de Bakka,
casa bendita y dirección para todos.
97. Hay en ella signos claros. Es el
lugar de Abraham y quien entre en él
estará seguro. Alá ha prescrito a los
hombres la peregrinación a la Casa, si
disponen de medios. Y quien no
crea... Alá puede prescindir de las
criaturas.
98. Di: «¡Gente de la Escritura! ¿Por
qué no creéis en los signos de Alá?
Alá es testigo de lo que hacéis».
99. Di: «¡Gente de la Escritura! ¿Por
qué desviáis a quien cree del camino
de Alá, deseando que sea tortuoso,
siendo así que sois testigos? Alá está
atento a lo que hacéis».
100. ¡Creyentes! Si obedecéis a
algunos de los que han recibido la
Escritura, harán que, luego de haber
creído, no creáis.
101. ¿Cómo podéis dejar de creer si
se os recitan las aleyas de Alá y Su
Enviado se halla entre vosotros?
Quien se aferre a Alá será dirigido a
una vía recta.
102. ¡Creyentes! Temed a Alá con el
temor que Le es debido y no muráis
sino como musulmanes.
103. Aferraos al pacto de Alá, todos
juntos, sin dividiros. Recordad la
gracia que Alá os dispensó cuando
erais enemigos: reconcilió vuestros
corazones y, por Su gracia, os
transformasteis en hermanos; estabais
al borde de un abismo de fuego y os
libró de él. Así os explica Alá Sus
signos. Quizás, así, seáis bien
dirigidos.
104. ¡Que constituyáis una comunidad
que llame al bien, ordenando lo que
está bien y prohibiendo lo que está
mal! Quienes obren así serán los que
prosperen.
105. ¡No seáis como quienes,
después de haber recibido las
pruebas claras, se dividieron y
discreparon! Esos tales tendrán un
castigo terrible
106. el día que unos rostros estén
radiantes y otros hoscos. A aquéllos
cuyos rostros estén hoscos: «¿Habéis
dejado de creer luego de haber
creído? Pues ¡gustad el castigo por no
haber creído!»
107. En cuanto a aquéllos cuyos
rostros estén radiantes, gozarán
eternamente de la misericordia de Alá.
108. Éstas son las aleyas de Alá, que
te recitamos conforme a la verdad. Alá
no quiere la injusticia para las
criaturas.
109. De Alá es lo que está en los
cielos y en la tierra. Todo será
devuelto a Alá.
110. Sois la mejor comunidad humana
que jamás se haya suscitado:
ordenáis lo que está bien, prohibís lo
que está mal y creéis en Alá. Si la
gente de la Escritura creyera, les iría
mejor. Hay entre ellos creyentes, pero
la mayoría son perversos.
111. Os dañarán, pero poco. Y si os
combaten, os volverán la espalda.
Luego, no se les auxiliará.
112. Han sido humillados dondequiera
que se ha dado con ellos, excepto los
protegidos por un pacto con Alá o por
un pacto con los hombres. Han
incurrido en la ira de Alá y les ha
señalado la miseria. Por no haber
creído en los signos de Alá y por
haber matado a los profetas sin
justificación. Por haber desobedecido
y violado la ley.
113. No todos son iguales. Entre la
gente de la Escritura hay una
comunidad honrada: durante la noche,
recitan las aleyas de Alá y se
prosternan,
114. creen en Alá y en el último Día,
ordenan lo que está bien, prohíben lo
que está mal y rivalizan en buenas
obras. Esos tales son de los justos.
115. No se les desagradecerá el bien
que hagan. Alá conoce bien a los que
Le temen.
116. A quienes no crean, ni su
hacienda ni sus hijos les servirán de
nada frente a Alá. Esos tales morarán
en el Fuego eternamente.
117. Lo que gastan en la vida de acá
es semejante a un viento glacial que
bate la cosecha de gente que se ha
dañado a sí misma y la destruye. No
es Alá quien ha sido injusto con ellos,
sino que ellos lo han sido consigo
mismos.
118. ¡Creyentes! No intiméis con nadie
ajeno a vuestra comunidad. Si no, no
dejarán de dañaros. Desearían
vuestra ruina. El odio asomó a sus
bocas, pero lo que ocultan sus pechos
es peor. Os hemos explicado las
aleyas. Si razonarais...
119. Vosotros, bien que les amáis,
pero ellos no os aman. Vosotros
creéis en toda la Escritura... Ellos,
cuando os encuentran, dicen:
«¡Creemos!», pero, cuando están a
solas, se muerden las puntas de los
dedos, de rabia contra vosotros. Di:
«¡Morid de rabia!» Alá sabe bien lo
que encierran los pechos.
120. Si os sucede un bien, les duele;
si os hiere un mal, se alegran. Pero, si
tenéis paciencia y teméis a Alá, sus
artimañas no os harán ningún daño.
Alá abarca todo lo que hacen.
121. Y cuando dejaste por la mañana
temprano a tu familia para asignar a
los creyentes sus puestos de
combate. Alá todo lo oye, todo lo
sabe.
122. Cuando dos de vuestras tropas
proyectaron abandonar, a pesar de
ser Alá su Amigo. ¡Que los creyentes
confíen en Alá!
123. Alá, ciertamente, os auxilió en
Badr cuando erais humillados. ¡Temed
a Alá! Quizás, así, seáis agradecidos.
124. Cuando decías a los creyentes:
«¿No os basta que vuestro Señor os
refuerce con tres mil ángeles enviados
abajo?
125. ¡Pues sí! Si tenéis paciencia y
teméis a Alá, si os acometen así de
súbito, vuestro Señor os reforzará con
cinco mil ángeles provistos de
distintivos».
126. Alá no lo hizo sino como buena
nueva para vosotros y para que, con
ello, se tranquilizaran vuestros
corazones -la victoria no viene sino de
Alá, el Poderoso, el Sabio-,
127. para despedazar a los que no
creían o derrotarlos y que regresaran,
así, decepcionados.
128. No es asunto tuyo si Él se vuelve
a ellos o les castiga. Han obrado
impíamente.
129. De Alá es lo que está en los
cielos y en la tierra. Perdona a quien
Él quiere y castiga a quien Él quiere.
Alá es indulgente, misericordioso.
130. ¡Creyentes! ¡No usureéis,
doblando una y otra vez! ¡Y temed a
Alá! Quizás, así, prosperéis.
131. ¡Y temed el fuego preparado
para los infieles!
132. ¡Y obedeced a Alá y al Enviado!;
Quizás, así, se os tenga piedad.
133. ¡Y apresuraos a obtener el
perdón de vuestro Señor y un Jardín
tan vasto como los cielos y la tierra,
que ha sido preparado para los
temerosos de Alá,
134. que dan limosna tanto en la
prosperidad como en la adversidad,
reprimen la ira, perdonan a los
hombres -Alá ama a quienes hacen el
bien-,
135. que, si cometen una indecencia o
son injustos consigo mismos,
recuerdan a Alá, piden perdón por sus
pecados -¿y quién puede perdonar los
pecados sino Alá?- y no reinciden a
sabiendas!
136. Su retribución será el perdón de
su Señor y jardines por cuyos bajos
fluyen arroyos, en los que estarán
eternamente. ¡Qué grata es la
recompensa de los que obran bien!
137. Antes de vosotros han ocurrido
casos ejemplares. ¡Id por la tierra y
mirad cómo terminaron los
desmentidores!
138. Ésta es una explicación para los
hombres, dirección, exhortación para
los temerosos de Alá.
139. ¡No os desaniméis ni estéis
tristes, ya que seréis vosotros quienes
ganen! Si es que sois creyentes...
140. Si sufrís una herida, otros han
sufrido una herida semejante.
Nosotros hacemos alternar esos días
entre los hombres para que reconozca
Alá a quienes crean y tome testigos de
entre vosotros -Alá no ama a los
impíos-,
141. para que pruebe Alá a los
creyentes y extermine a los infieles.
142. O ¿creéis que vais a entrar en el
Jardín sin que Alá haya sabido
quiénes de vosotros han combatido y
quiénes han tenido paciencia?
143. Sí, deseabais la muerte antes de
encontrarla. Ya la habéis visto, pues,
con vuestros propios ojos.
144. Muhammad no es sino un
enviado, antes del cual han pasado
otros enviados. Si, pues, muriera o le
mataran, ¿ibais a volveros atrás?
Quien se vuelva atrás no causará
ningún daño A Alá. Y Alá retribuirá a
los agradecidos.
145. Nadie puede morir sino con
permiso De Alá y según el plazo
fijado. A quien quiera la recompensa
de la vida de acá, le daremos de ella.
Y a quien quiera la recompensa de la
otra vida, le daremos de ella. Y
retribuiremos a los agradecidos.
146. ¡Qué de profetas ha habido, junto
a los cuales combatieron muchas
miríadas, y no se descorazonaron por
los reveses padecidos por Alá, no
flaquearon, no cedieron! Alá ama a los
tenaces.
147. No decían más que: «¡Señor!
¡Perdónanos nuestros pecados y los
excesos que hemos cometido! ¡Afirma
nuestros pasos! ¡Auxílianos contra el
pueblo infiel!»
148. Alá les dio la recompensa de la
vida de acá y la buena recompensa de
la otra. Alá ama a quienes hacen el
bien.
149. ¡Creyentes! Si obedecéis a
quienes no creen, os harán retroceder
y regresaréis habiendo perdido.
150. ¡No! Alá es vuestro Protector y el
Mejor de los auxiliares.
151. Infundiremos el terror en los
corazones de los que no crean, por
haber asociado a Alá algo a lo que Él
no ha conferido autoridad. Su morada
será el Fuego. ¡Qué mala es la
mansión de los impíos!
152. Alá ha cumplido la promesa que
os hizo cuando, con Su permiso, les
vencíais, hasta que, por fin,
flaqueasteis, discutisteis sobre el
particular y desobedecisteis, después
de haberos Él dejado ver la victoria
que queríais. -De vosotros unos
desean la vida de acá y otros desean
la otra vida-. Luego, hizo que os
retirarais de ellos para probaros.
Ciertamente, os ha perdonado. Alá
dispensa su favor a los creyentes.
153. Cuando subíais sin preocuparos
de nadie, mientras que el Enviado os
llamaba a retaguardia. Os atribulaba
una y otra vez para que no estuvierais
tristes por lo que se os había
escapado ni por lo que os había
ocurrido. Alá está bien informado de lo
que hacéis.
154. Luego, pasada la tribulación, hizo
descender sobre vosotros seguridad:
un sueño que venció a algunos de
vosotros. Otros, en cambio,
preocupados tan sólo por su suerte y
pensando de Alá equivocadamente, a
la manera de los paganos, decían:
«¿Tenemos nosotros algo que ver con
esto?» Di: «Todo está en manos De
Alá». Ocultan para sí lo que no te
manifiestan. Dicen: «Si hubiera
dependido de nosotros, no habríamos
tenido muertos aquí» Di: «También, si
os hubierais quedado en casa, la
muerte habría sorprendido en sus
lechos a aquéllos de quienes estaba
ya escrita. Alá ha hecho esto para
probar lo que hay en vuestros pechos
y purificar lo que hay en vuestros
corazones. Alá sabe bien lo que
encierran los pechos».
155. Si algunos de los vuestros
huyeron el día que se encontraron los
dos ejércitos, fue porque el Demonio
les hizo caer por alguna culpa que
habían cometido. Pero Alá les ha
perdonado ya. Alá es indulgente,
benigno.
156. ¡Creyentes! ¡No seáis como
quienes no creen y dicen de sus
hermanos que están de viaje o de
incursión: «Si se hubieran quedado
con nosotros, no habrían muerto o no
les habrían matado»! ¡Haga Alá que
les pese esto en sus corazones! Alá
da la vida y dala muerte. Alá ve bien lo
que hacéis.
157. Y si sois muertos por Alá o morís
de muerte natural, el perdón y
misericordia de Alá son mejores que lo
que ellos amasan.
158. Si morís de muerte natural o sois
muertos, seréis, sí, congregados hacia
Alá.
159. Por una misericordia venida de
Alá, has sido suave con ellos. Si
hubieras sido áspero y duro de
corazón, se habrían escapado de ti.
¡Perdónales, pues, y pide el perdón de
Alá en su favor y consúltales sobre el
asunto! Pero, cuando hayas tomado
una decisión, confía en Alá. Alá ama a
los que confían en Él.
160. Si Alá os auxilia, no habrá nadie
que pueda venceros. Pero, si os
abandona, ¿quién podrá auxiliaros
fuera de Él? ¡Que los creyentes
confíen en Alá!
161. No es propio de un profeta el
cometer fraude. Quien defraude
llevará lo defraudado el día de la
Resurrección. Luego, cada uno
recibirá su merecido. Y no serán
tratados injustamente.
162. ¿Es que quien busca agradar a
Alá es como quien incurre en la ira de
Alá y tiene por morada la gehena?
¡Qué mal fin...!
163. Estarán por categorías junto a
Alá. Alá ve bien lo que hacen.
164. Alá ha agraciado a los creyentes
al enviarles un Enviado salido de ellos,
que les recita Sus aleyas, les purifica y
les enseña la Escritura y la Sabiduría.
Antes estaban evidentemente
extraviados.
165. ¿Cómo, cuando os sobreviene
una desgracia, después de haber
infligido el doble de aquélla, decís
aún: «¿De dónde viene esto?» Di:
«De vosotros mismos». Alá es
omnipotente.
166. Y lo que os pasó el día que se
encontraron los dos ejércitos fue
porque lo permitió Alá y para que
supiera quiénes eran los creyentes
167. y quiénes los hipócritas. Se les
dijo: «¡Vamos! ¡Combatid por Alá o
rechazad al enemigo!» Dijeron: «Si
supiéramos combatir, os
seguiríamos». Aquel día estaban más
cerca de la incredulidad que de la fe.
Dicen con la boca lo que no tienen en
el corazón. Pero Alá sabe bien lo que
ocultan.
168. Son ellos quienes, mientras se
quedaban en casa, decían de sus
hermanos: «Si nos hubieran
escuchado, no les habrían matado».
Di: «¡Apartad, pues, la muerte de
vosotros, si es verdad lo que decís»
169. Y no penséis que quienes han
caído por Alá hayan muerto. ¡Al
contrario! Están vivos y sustentados
junto a su Señor,
170. contentos por el favor que Alá les
ha hecho y alegres por quienes aún
no les han seguido, porque no tienen
que temer y no estarán tristes,
171. alegres por una gracia y favor de
Alá y porque Alá no deja de remunerar
a los creyentes.
172. A quienes escucharon a Alá y al
Enviado, luego de la herida recibida, a
quienes, entre ellos, hicieron el bien y
temieron a Alá, se les reserva una
magnífica recompensa.
173. A aquéllos a quienes se dijo: «La
gente se ha agrupado contra vosotros,
¡tenedles miedo!», esto les aumentó la
fe y dijeron: «Alá nos basta! ¡Es un
protector excelente!»
174. Y regresaron por una gracia y
favor de Alá, sin sufrir mal. Buscaron
la satisfacción de Alá. Y Alá es el
Dueño del favor inmenso.
175. Así es el Demonio: hace tener
miedo de sus amigos. Pero, si sois
creyentes, no tengáis miedo de ellos,
sino de Mí.
176. Que no te entristezca ver a
quienes se precipitan en la
incredulidad. No podrán causar ningún
daño a Alá. Alá no quiere darles parte
en la otra vida. Tendrán un castigo
terrible.
177. Quienes compren la incredulidad
con la fe no causarán ningún daño a
Alá y tendrán un castigo doloroso.
178. Que no piensen los infieles que
el que les concedamos una prórroga
supone un bien para ellos. El
concedérsela es para que aumente su
pecado. Tendrán un castigo
humillante.
179. No va Alá a dejar a los creyentes
en la situación en que os halláis hasta
que distinga al malo del bueno. Ni va
Alá a enteraros de lo oculto. Pero Alá
elige de entre Sus enviados a quien Él
quiere. Creed, pues, en Alá y en Sus
enviados. Si creéis y teméis a Alá,
tendréis una magnífica recompensa.
180. Que no crean quienes se
muestran avaros del favor recibido de
Alá que eso es bueno para ellos. Al
contrario, es malo. El día de la
Resurrección llevarán a modo de
collar el objeto de su avaricia. La
herencia de los cielos y de la tierra
pertenece a Alá. Alá está bien
informado de lo que hacéis.
181. Alá ha oído las palabras de
quienes han dicho: «Alá es pobre y
nosotros somos ricos». Tomaremos
nota de lo que han dicho y de que han
matado a los profetas sin justificación.
Y les diremos: «¡Gustad el castigo del
fuego de la gehena!
182. Esto es lo que vuestras obras
han merecido, que Alá no es injusto
con Sus siervos».
183. Esos mismos han dicho: «Alá ha
concertado una alianza con nosotros:
que no creamos en ningún enviado
hasta tanto que nos traiga una
oblación que el fuego consuma». Di:
«Antes de mí, otros enviados os
trajeron las pruebas claras y lo que
habéis pedido. ¿Por qué, pues, les
matasteis, si es verdad lo que decís?»
184. Y si te desmienten, también
fueron desmentidos otros enviados
antes de ti, que vinieron con las
pruebas claras, las Escrituras y la
Escritura luminosa.
185. Cada uno gustará la muerte, pero
no recibiréis vuestra recompensa
íntegra hasta el día de la
Resurrección. Habrá triunfado quien
sea preservado del Fuego e
introducido en el Jardín. La vida de
acá no es más que falaz disfrute.
186. Seréis, ciertamente, probados en
vuestra hacienda y en vuestras
personas. Y oiréis, ciertamente,
muchas cosas malas de aquéllos que
han recibido la Escritura antes de
vosotros y de los asociadores; pero, si
sois pacientes y teméis a Alá, eso sí
que es dar muestras de resolución.
187. Cuando Alá concertó un pacto
con los que habían recibido la
Escritura: «Tenéis que explicársela a
los hombres, no se la ocultéis». Pero
se la echaron a la espalda y la
malvendieron. ¡Qué mal negocio...!
188. No creas, no, que quienes se
alegran de lo que han hecho y gustan
de ser alabados por lo que han dejado
de hacer, no creas, no, que vayan a
librarse del castigo. Tendrán un
castigo doloroso.
189. El dominio de los cielos y de la
tierra pertenece a Alá. Alá es
omnipotente.
190. En la creación de los cielos y de
la tierra y en la sucesión de la noche y
el día hay, ciertamente, signos para
los dotados de intelecto,
191. que recuerdan a Alá de pie,
sentados o echados, y que meditan en
la creación de los cielos y de la tierra:
«¡Señor! No has creado todo esto en
vano ¡Gloria a Ti! ¡Presérvanos del
castigo del Fuego!».
192. ¡Señor! Tú cubres de oprobio a
quien introduces en el Fuego. Los
impíos no tendrán quien les auxilie.
193. ¡Señor! ¡Hemos oído a uno que
llamaba a la fe: «¡Creed en Vuestro
Señor!» y hemos creído. ¡Señor!
¡Perdónanos nuestros pecados! ¡Borra
nuestras malas obras y recíbenos,
cuando muramos, entre los justos!
194. ¡Y danos, Señor, lo que nos has
prometido por Tus enviados y no nos
cubras de oprobio el día de la
Resurrección! Tú no faltas a Tu
promesa.
195. Su Señor escuchó su plegaria:
«No dejaré que se pierda obra de
ninguno de vosotros, lo mismo si es
varón que si es hembra, que habéis
salido los unos de los otros. He de
borrar las malas obras de quienes
emigraron y fueron expulsados de sus
hogares, de quienes padecieron por
causa Mía, de quienes combatieron y
fueron muertos, y he de introducirles
en jardines por cuyos bajos fluyen
arroyos: recompensa de Alá». Alá
tiene junto a Sí la bella recompensa.
196. ¡Que no te desconcierte ver a los
infieles yendo de acá para allá por el
país!
197. ¡Mezquino disfrute! Luego, su
morada será la gehena. ¡Qué mal
lecho...!
198. En cambio, quienes teman a su
Señor tendrán jardines por cuyos
bajos fluyen arroyos, en los que
estarán eternamente, como
alojamiento que Alá les brinda. Y lo
que hay junto a Alá es mejor para los
justos.
199. Hay entre la gente de la Escritura
quienes creen en Alá y en la
Revelación hecha a vosotros y a ellos.
Humildes ante Alá, no han malvendido
los signos de Alá. Esos tales tendrán
su recompensa junto a su Señor. Alá
es rápido en ajustar cuentas.
200. ¡Creyentes! ¡Tened paciencia,
rivalizad en ella! ¡Sed firmes! ¡Temed
a Alá! Quizás así, prosperéis.